El Puente del Humilladero fue antiguamente la entrada principal a Popayán. Puede haber perdido esta función, pero sigue siendo uno de los monumentos históricos más importantes de la ciudad y lo encuentra en el camino hacia el El Morro de Tulcán. El Puente el Humilladero está ubicado en la Carrera 6, cerca al Museo Nacional Guillermo Valencia y la Biblioteca del Banco de la República.
El puente del Humilladero sobre 12 arcos, además de cruzar el río Molino, sirvió para evitar la cuesta peatonal a la calle segunda. La cuesta era tan empinada que no se podía escalar sin inclinar la cabeza; de allí que se la llamaba del Humilladero. Los constructores del puente fueron: arquitecto e ingeniero fray Serafín Berbetti de la Orden Franciscana y el Jefe Municipal, Rafael García U. El gobernador de la Provincia, Vicente Cárdenas ordenó el inicio de los trabajos y comisionó al ingeniero E. Sawaski para levantar los planos y hacer el presupuesto.
Los platos típicos de la ciudad son un legado de la interacción cultural española e indígena, integrando componentes propios de la región con frutos traídos de España.
Días antes de la inauguración del puente, un profesor del ramo del Colegio Mayor de Popayán comunicó a las autoridades gubernamentales, que al quitar la cercha del último arco, éste se vendría abajo. Fray Serafín, sin demostrar disgusto alguno, contestó sonriendo: ".. Yo vendré a almorzar bajo el arco mientras se quitan las cerchas..." y procedió a esta operación, que se llevó a cabo sin novedad alguna. Este hecho se hizo del dominio público y los vecinos de Popayán se apresuraron a firmar la manifestación de reconocimiento mencionada antes.